Lautaro Dores Arte Argentino: Los homenajes a Raúl Alfonsín. (por Samuel Cabanchik) arte Lautaro Dores

miércoles, 1 de mayo de 2019

Los homenajes a Raúl Alfonsín. (por Samuel Cabanchik) arte Lautaro Dores

Los homenajes a Raúl Alfonsín.
Líder de la democracia mística.

Una novedad social que se instaló a partir de 1984, si la memoria no me falla, puede leerse como síntoma del nuevo tiempo comunitario que vivía la Argentina con la recuperación de la democracia: al saludarnos, los hombres empezamos a besarnos en la mejilla.
por Samuel Cabanchik (Fuente www.perfil.com)

Raúl Alfonsín

Ex Presidente de la Nación Argentina

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Descripción

Raúl Ricardo Alfonsín fue un abogado, político, estadista y promotor de los derechos humanos argentino. Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación Argentina. Se destacó como dirigente de la Unión Cívica Radical y de la Unión Cívica Radical del Pueblo. Wikipedia

Fecha de nacimiento: 12 de marzo de 1927, Chascomús

Fallecimiento: 31 de marzo de 2009, Buenos Aires

Mandato presidencial: 10 de diciembre de 1983 – 8 de julio de 1989

Nieta: Amparo Alfonsín

Libros: Memoria política: transición a la democracia y derechos humanos, MÁS

Hijos: Ricardo Alfonsín, Ana María Alfonsín, María Inés Alfonsín, Raúl Felipe Alfonsín, Javier Ignacio Alfonsín, Marcela Alfonsín

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Lautaro Dores - Arte Argentino Críticas Dulcinea Del Toboso Carlos Splausky. Lautaro Dores exquisito artista plástico argentino que retrata el perfil grotesco de la desesperación humana. El rostro despavorido de la realidad. El arte en un tiempo enmarañado de la soledad intermitente del hombre urbanizado. Medio humano y medio artefacto. La simbología de los valores, apenas sostenida por los anaqueles de la penumbra, el hilo frágil de la memoria colectiva desactivada de los recuerdos. El individuo sin pasado no sabe de dónde viene ni a donde va. Lautaro Dores utiliza la ironía como el último recurso para quitar el velo de la verdad y la mentira. Lautaro Dores pone todo lo que tiene a su alcance, hacia el objetivo vital de señalar un sendero que apenas parpadea en medio de la tiniebla. Hacer el arte para elevar la condición espiritual en medio de una tecnología que va podando los brotes de la inspiración, es todo un desafío. El alma humana con interferencias electrónicas se confunde entre los aparatos, graciosamente iluminados como destellos de un mefisto presuroso y agradable. ¿Cómo hacer el arte en un tiempo enmascarado, en esta maraña de visores y mordazas? ¿Dónde encontrar el espíritu solidario? ¿Dónde encontrar el amor, entre las nuevas corazas, herméticas y brutales? ¿Cómo ilustrar el blindaje de la emociones? Busca Lautaro Dores, busca y rebusca entre los cables de cobre y de petróleo, en el hueco de los latones busca el alma perdida. La obra de Lautaro Dores transmite un sentido intenso del espacio y del movimiento. Las formas parecen ensamblarse unas dentro de otras para comunicar la idea de profundidad y permite al artista simplificar los contornos de sus objetos sin que el cuadro parezca plano.

Dores hace presión sobre la realidad, no quiere quedarse en la periferia, transfigura todo el espacio, el no cuenta, vive. No reproduce, recrea. Libera completamente su temperamento, nos da una imagen íntima. Sus cuadros no son decoración, belleza, orden, sino sólo expresión.

En su paleta, variada, predominan los colores vibrantes. Su pincelada, con una carga matérica importante, nos brinda un ritmo no planeado, es puro instinto.

Maria Mónica Abdala.
Crítica.