La sacerdotisa mazateca María Sabina por Nélida Fernández.
Ilustración Lautaro Dores - Arte Argentino
La chamana que se dedicó a sanar a otros a través de los hongos y abrió un nuevo mundo a la Ciencia
Gracias a la sacerdotisa mazateca María Sabina se iniciaron importantes estudios sobre las sustancias alucinógenas en la micología mexicana y su valor curativo.
Ella, chamana que se definía como “mujer espíritu”, “mujer estrella”, "mujer del cielo" y muchas otras mujeres más, sanó a muchas personas y desveló al mundo el secreto de los “niños santos” como llamaba a los hongos que crecían en la sierra mazateca.
Al ofrecer esta información a las masas, su existencia salió de Huautla de Jiménez, su pueblo, y llegó a oídos de muchas personas que quisieron "viajar" y ver a las divinidades con las que ella se comunicaba.
Se cuenta que a su casa de adobe, piso de tierra y techo de zinc, llegaron John Lennon, Bob Dylan, Jim Morrison, Walt Disney y Aldous Huxley, entre otras celebridades. Se hicieron documentales sobre ella y gracias a su trabajo chamánico se iniciaron investigaciones científicas sobre el poder de los hongos. Muchos capitalizaron su conocimiento sin darle a ella nada a cambio.
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