El Palacio del Congreso de la Nación Argentina es el edificio donde desarrolla
sus actividades el Congreso de la Nación de la República Argentina. Se encuentra
ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, en la manzana limitada por la Avenida
Rivadavia, Combate de Los Pozos, Avenida Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, con una
superficie de manzana de 12.079,60 m2.
Bajo la presidencia del General Julio Argentino Roca, tuvo entrada un proyecto de ley que fijaba como futuro emplazamiento del Congreso lo terrenos limitados por las calles Charcas, Paraguay, Rodríguez Peña y Riobamaba. En 1889 por iniciativa del entonces Intendente Municipal Torcuato de Alvear, el Presidente Juárez Celman envía al congreso un nuevo proyecto de ley con un nuevo emplazamiento para la construcción del Palacio Legislativo proponiendo como lugar para llevar a cabo las obras la manzana comprendida por la calles Entre Rios, Combate de los Pozos, Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y Rivadavia; lugar del actual emplazamiento.
La Ley 3.187 sancionada el 20 de noviembre de 1894 autorizó al Poder Ejecutivo a construir el Palacio, invirtiendo la cantidad de seis millones de pesos moneda nacional. El 20 de febrero del año siguiente, se decretó el llamado a Concurso Internacional, y se fijó el 12 de octubre de 1895 como fecha para la presentación de los proyectos.
Concurrieron a este concurso 28 arquitectos, tanto argentinos como extranjeros, algunos de los cuales residían permanentemente en nuestro país. Entre otros, presentaron proyectos los franceses Lefebre, Tronchet y Rey, Paul Henry Nenot quien se asoció con Carlos Morra; los italianos Sommaruga y Calderini, este ultimo director de las obras del Palacio de Justicia de Roma; el austríaco Turner; el uruguayo Vaeza Ocampo junto con Alfred Massue; los argentinos Avenatti, Emilio Agrelo, César González Segura, asociado con Emilio Mitre y el francés Gustavo Duparc; Bernardo Meyer Pellegrini, asociado con el alemán Servatius; Alejandro Christophersen, noruego, y Víctor Meano, también italiano, estos dos últimos radicados definitivamente en Buenos Aires.
El 8 de enero de 1896 la obra fue adjudicada al Italiano Víctor Meano (antiguo empleado de la oficina del ya fallecido Francisco Tamburini), siendo el contrato aprobado el 31 de julio de ese año. En el jurado figuraban el senador Igarzábal, el diputado Doncel, el ex intendente Alcobendas, el ex presidente de la Nación Carlos Pellegrini y como asesor, el arquitecto Jacques Dunant. Este ultimo, un profesional de mérito y destacada actuación quien, años mas tarde reconocería que sus consejos y opiniones no influyeron mayormente en las decisiones del jurado.
El proyecto de Meano se inscribe absolutamente en la arquitectónica que reconoce como fundamento a tres ideas centrales: El academicismo, el eclecticismo y el clasicismo. Esta condición tripartita lo confirma como una obra de arquitectura típica, característica y paradigmática de la época de su creación.
Como fondo magnifico de la avenida de mayo se yergue el soberbio Palacio del Congreso de nobilísimo estilo greco romano, de proporciones perfectas, ofreciendo un aspecto de magnificencia severa y elegante.
Otro de los aciertos de Meano fue la elección del perfil de la cúpula que formando parte de este edificio monumental es como su culminación, su elemento cumbre, la cima, y tiene un evidentísimo valor simbólico.
Se realizó una licitación el 31 de julio de 1897, y la obra fue adjudicada a la empresa constructora Pablo Besana y Cía. por 5.776.745 pesos moneda nacional.
En 1898 comienzan las obras que dirigidas por el propio Arquitecto Victor Meano, quien en base a sus conocimientos convoca a la firma de Pablo Besana e Hijos en calidad de empresa constructora dando inicio a la obra al año siguiente, y hasta su inauguración el 12 de mayo de 1906 fueron contratados mil operarios.
Si bien fue inaugurado en 1906, las obras fueron finalizadas recién en 1946 con el revestimiento de piedra del exterior del edificio que restaba completar, siendo completado casi 50 años después de su planificación. El presupuesto para su construcción pasó de los casi 6 millones de pesos moneda nacional en 1897, a superar los 31,4 millones en 1914, por esta razón fue bautizado por algunos periodistas como el Palacio de Oro, por la velocidad en que se gastaban las partidas presupuestarias. El 1 de julio de 1904 fue asesinado Víctor Meano, por lo que la finalización de la obra quedó a cargo del arquitecto belga Julio Dormal, quien respetó el proyecto original.
En 1906 los legisladores decidieron que el inminente período legislativo debía iniciarse en el nuevo palacio. Así fue como el 12 de Mayo de ese año quedó inaugurado nuestro majestuoso Palacio Legislativo, entre armazones de hierro y otros elementos de construcción, en un recinto de sesiones todavía sin bancas con la presencia del entonces Presidente de la Nación Don José Figueroa Alcorta.
El Palacio fue inaugurado el 12 de mayo de 1906 para la apertura del 45º Período Legislativo, iniciado por el entonces Presidente José Figueroa Alcorta.
Como una consecuencia de la construcción del Palacio del Congreso, surge la necesidad de dotarlo de una plaza que realce su belleza arquitectónica.
El Senado en su sesión del 9 de mayo de 1899, da entrada a un proyecto de ley del senador Miguel Cané, quien en sus fundamentos propone la creación de una plaza publica en terrenos expropiados que se denominará "Plaza del Congreso" y el mismo es aprobado en general y en particular quedando sancionado y convertido en la ley número 4.869 en la sesión del 30 de septiembre de 1905.
ARQUITECTURA
El estilo de la obra es un estilo grecorromano, dentro del academicismo italiano de Víctor Meano. El edificio se distingue por su cúpula, que alcanza los 80 metros de altura. La construcción de esta cúpula significó la construcción de una gran obra de ingeniería, que debía soportar las 30 mil toneladas de la superestructura de la cúpula central. El casquete es una estructura reticulada de acero y los 4 pilares bajo el tambor tienen 300 m2 de sección de piedra granítica. Las alturas de las fachadas son de 27,50 m sobre Hipólito Yrigoyen y 23,60 m sobre Entre Ríos, Rivadavia y Pozos. Las diferentes plantas del edificio tienen las siguientes características:
Subsuelo 4,50m de altura, 4210m2 de superficie
Planta Baja 6,20m de altura, 8200m2 de superficie
Primer Piso 6,60m de altura, 7900m2 de superficie
Segundo Piso 6,00m de altura, 7700m2 de superficie
Tercer Piso 4,80m de altura, 6800m2 de superficie
Cuarto Piso 3,90m de altura, 4400m2 de superficie
La entrada principal, llamada Entrada de Honor, está ubicada en la Avenida Entre Ríos. La entrada está ubicada en un atrio central, decorado con seis columnas estilo corintio que soportan un frontón triangular, y la puerta está custodiada por dos cariátides de mármol. El acceso de los Diputados Nacionales está ubicado en sobre la calle Rivadavia y el acceso para los Senadores se encuentra en sobre la calle H. Yrigoyen. Detrás del enrejado del frente que está ubicado sobre la calle Pozos están ubicadas dos puertas más, a cada lado del cuerpo saliente con forma de hemiciclo de la fachada. Estas puertas son de herrería artística, flanqueadas por cariátides de bronce. En un principio a los costados de la escalinata de la entrada principal se encontraban dos grupos de esculturas de la artista Lola Mora, que simbolizaban la Libertad, el Progreso, la Paz y la Justicia, pero las figuras desnudas fueron criticadas y retiradas en 1916. En la escalinata hay actualmente sólo cuatro leones alados, que sirven de base para cuatro faroles artísticos con tulipas de opalina talladas. El frontón triangular tiene una cubierta a dos aguas, que a los costados en su parte inferior tiene esculturas de leones alados, y en su parte superior hay una escultura de piedra con el escudo nacional. Detrás del frontón hay una plataforma ornamentada, de igual ancho que el frontón y con un lado de 15 metros. Sobre esta plataforma se encuentra la Cuádriga, una obra de bronce con 8 metros de altura y 20 toneladas de peso, realizada por el escultor Víctor de Pol. El carro es tirado por 4 caballos, simbolizando la República triunfante, y es conducida por la Victoria alada. La cúpula tiene una cubierta de cobre, pero el paso del tiempo y la humedad son los que le dan el color verdoso. La cúpula termina en una corona decorada con figuras quiméricas, a 80 metros de altura, de las que brota un pararrayos.
En 1909 la llegada al Congreso, se daba por un paseo que seguía la traza de la Avenida de Mayo, dividiendo la Plaza Lorea en 2 sectores y desde Cevallos- Montevideo y Entre Ríos- Callao con canteros geométricos a cada lado, como se ve en la panorámica, de la construcción de las Plazas del Congreso, cuando aún no se habían retirado, las columnas de alumbrado de la traza inicial, de la Av de Mayo.
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