martes, 28 de agosto de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
LLAVE 2 TOMA 1...OH 2.
“Llave 2 toma 1” La llave giro en cerradura, como de costumbre. Esteban apoyo las llaves en la mesa, y fue al baño a lavarse la cara, en la cama, fantasmas… Alicia, sin maravillas, bailaba en el trabajo…exprimiendo billeteras gringas desde el caño y alguna que otra sabana. Con las botas todavía pesadas, prendió un cigarro antes te acomodarse en el sillón mas grande y asegurándose de no dejar el encendedor sobre la mesa, junto a las llaves, …para no tener q volver a levantarse. Las copas no salían con la frecuencia deseada…. como siempre, entonces sin esperar el turno del próximo baile, se introduce en el baño a procurarse energías para las subidas a escena que le faltaban; que por esta hora no serian demasiadas…. así que un par de tiros serian suficientes. Termino el cigarrillo y salió a buscarla, otra vez las cosas terminarían como solían prometerse ya no terminarían, lambiendo los restos de sus fosas, y entrelazados como si de esa llave dependiera la ultima bocanada de aire fresco. Lautaro.
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ARTE ARGENTINO - LAUTARO DORES
lunes, 23 de julio de 2012
Evita Peron by Lautaro Dores
El rol de Eva Perón en la historia argentina despierta pasiones encontradas, pero nunca indiferencia. De reconocimiento mundial, su figura es casi un icono de la Argentina. Inventó una forma de relacionarse con el pueblo que combinó a la perfección su condición femenina y su militancia política, despertando amores incondicionales. Fue una pieza clave en la primera presidencia de Perón y en el desarrollo posterior del peronismo como movimiento. Su férrea preocupación y lucha por los derechos de los niños, los ancianos, las trabajadoras y amas de casa fue de avanzada para la época. Su corta pero intensa vida política fue interrumpida por un cáncer fulminante. El paradero de su cuerpo embalsamado fue durante años un misterio sobre el que todavía no existen versiones acabadas. Figura inabarcable, Evita, de actriz de radioteatro a Primera Dama, redefinió en pocos años las reglas de juego de una época, dejando una estampa indestructible.
Biografía
María Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires. En 1926 muere su padre y su madre debe hacerse cargo de ella y sus cuatro hermanos mayores. En 1935, con la decisión de convertirse en actriz, Eva decide mudarse a Buenos Aires para cumplir su sueño, de la mano del cantor Agustín Magaldi, conocido como “El Gardel del Interior”.
Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires, se incorporó a la Compañía Argentina de Comedias. En los años siguientes llevó, paralelamente, su actividad en el teatro, el cine y la radio.
El 15 de enero de 1944 un terremoto asoló a la ciudad de San Juan, causando miles de víctimas fatales y heridos. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, su titular Juan Domingo Perón organizó una movilización nacional a la que fueron invitados los artistas más populares, entre ellos Eva Duarte. El 22 de enero se realizó un gran festival a beneficio de las víctimas, donde ambos se conocieron, pero no fue hasta el 9 de julio que legitimaron su relación.
Luego del famoso 17 de octubre de 1945 y de la consagración de Perón como candidato presidencial, Evita comenzó a acompañarlo en sus actos de campaña y a tomar un protagonismo desconocido hasta entonces para una futura Primera Dama. Tras la asunción de Perón en 1946 como presidente, Evita inició su participación incansable en distintas secretarías del gobierno, atendiendo las necesidades de las delegaciones obreras, las trabajadoras, los niños y los ancianos. Tenía un vínculo directo con la gente, a través de la visita a fábricas, barrios pobres y escuelas.
En junio de 1947, invitada oficialmente por el Gobierno español, Evita emprendió una gira que la llevó por España, Italia, Portugal, Francia, Suiza, Mónaco, Brasil y Uruguay. A su regreso, retomó sus actividades, especialmente focalizada en la obtención del sufragio para las mujeres, el cual fue logrado con la promulgación de la Ley 13.010 en septiembre de ese año.
En este contexto, Eva fue gestionando la creación de un movimiento peronista femenino, concretado el 25 de julio de 1949 con la Primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino.
La obra social que Evita había comenzado en 1946 fue adquiriendo cada vez mayor extensión y envergadura, hasta que en junio de 1948 fundó la Fundación Ayuda Social María Eva Duarte de Perón desde donde trabajó en barrios de viviendas económicas; inauguró Hogares de Tránsito y comedores escolares; donó instrumental a hospitales; entregó artículos de primera necesidad a familias necesitadas y distribuyó de juguetes a niños humildes.
El primer signo de su enfermedad apareció el 9 de enero de 1950: Evita cayó desfallecida en un acto inaugural del sindicato de taxistas y a partir de allí su estado fue empeorando. En 1951, cuando Perón decide postularse nuevamente como presidente, la Confederación General de los Trabajadores (CGT) pidió, en un acto en el Cabildo, que Evita lo acompañara en la fórmula. Sin embargo, el 31 de agosto ella renunció por la cadena nacional. Ya estaba muy enferma y sus apariciones públicas, restringidas. El 1° de mayo de 1952 fue su anteúltima aparición: asistió al acto del Día del Trabajador junto a Perón. Con mucho esfuerzo pronunció un sentido discurso. Al terminar, cayó en brazos de Perón. El 7 de mayo cumplió años y recibió el título de Jefa Espiritual de la Nación.
El 4 de junio Perón asumió por segunda vez la presidencia. Con una masiva dosis de calmantes, Evita concurrió al acto de asunción. En la noche del 26 de julio murió. Luego del aviso por cadena nacional, un gran silencio comenzó a cancelar todas las actividades del país. La CGT decretó un duelo de 72 horas y en las plazas de todos los barrios porteños se erigieron pequeños altares con la imagen de Eva y un crespón negro. El 27 su cuerpo se trasladó al Ministerio de Trabajo y Previsión. El multitudinario velatorio se prolongó hasta el 9 de agosto. La cola era de aproximadamente 35 cuadras.
El 9 de agosto, los restos fueron trasladados al Congreso Nacional para rendirle los correspondientes honores. Al día siguiente, la mayor procesión nunca vista en Argentina, con 2 millones de personas a lo largo de Rivadavia, Avenida de Mayo, Hipólito Irigoyen y Paseo Colón. Esa tarde seis empleados de una empresa fúnebre introdujeron el ataúd en el segundo piso de la CGT, donde el Doctor Pedro Ara lo recibió para efectuar el embalsamamiento, que duraría hasta 1955.
La historia de su cadáver es una epopeya, plagada de mitos y leyendas, que merece un desarrollo aparte. Recién el 11 de noviembre de 1974 los restos de Eva Perón volvió a la Argentina y en 1976 fue llevado al Cementerio de la Recoleta, donde hoy puede visitarse.
Biografía
María Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires. En 1926 muere su padre y su madre debe hacerse cargo de ella y sus cuatro hermanos mayores. En 1935, con la decisión de convertirse en actriz, Eva decide mudarse a Buenos Aires para cumplir su sueño, de la mano del cantor Agustín Magaldi, conocido como “El Gardel del Interior”.
Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires, se incorporó a la Compañía Argentina de Comedias. En los años siguientes llevó, paralelamente, su actividad en el teatro, el cine y la radio.
El 15 de enero de 1944 un terremoto asoló a la ciudad de San Juan, causando miles de víctimas fatales y heridos. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, su titular Juan Domingo Perón organizó una movilización nacional a la que fueron invitados los artistas más populares, entre ellos Eva Duarte. El 22 de enero se realizó un gran festival a beneficio de las víctimas, donde ambos se conocieron, pero no fue hasta el 9 de julio que legitimaron su relación.
Luego del famoso 17 de octubre de 1945 y de la consagración de Perón como candidato presidencial, Evita comenzó a acompañarlo en sus actos de campaña y a tomar un protagonismo desconocido hasta entonces para una futura Primera Dama. Tras la asunción de Perón en 1946 como presidente, Evita inició su participación incansable en distintas secretarías del gobierno, atendiendo las necesidades de las delegaciones obreras, las trabajadoras, los niños y los ancianos. Tenía un vínculo directo con la gente, a través de la visita a fábricas, barrios pobres y escuelas.
En junio de 1947, invitada oficialmente por el Gobierno español, Evita emprendió una gira que la llevó por España, Italia, Portugal, Francia, Suiza, Mónaco, Brasil y Uruguay. A su regreso, retomó sus actividades, especialmente focalizada en la obtención del sufragio para las mujeres, el cual fue logrado con la promulgación de la Ley 13.010 en septiembre de ese año.
En este contexto, Eva fue gestionando la creación de un movimiento peronista femenino, concretado el 25 de julio de 1949 con la Primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino.
La obra social que Evita había comenzado en 1946 fue adquiriendo cada vez mayor extensión y envergadura, hasta que en junio de 1948 fundó la Fundación Ayuda Social María Eva Duarte de Perón desde donde trabajó en barrios de viviendas económicas; inauguró Hogares de Tránsito y comedores escolares; donó instrumental a hospitales; entregó artículos de primera necesidad a familias necesitadas y distribuyó de juguetes a niños humildes.
El primer signo de su enfermedad apareció el 9 de enero de 1950: Evita cayó desfallecida en un acto inaugural del sindicato de taxistas y a partir de allí su estado fue empeorando. En 1951, cuando Perón decide postularse nuevamente como presidente, la Confederación General de los Trabajadores (CGT) pidió, en un acto en el Cabildo, que Evita lo acompañara en la fórmula. Sin embargo, el 31 de agosto ella renunció por la cadena nacional. Ya estaba muy enferma y sus apariciones públicas, restringidas. El 1° de mayo de 1952 fue su anteúltima aparición: asistió al acto del Día del Trabajador junto a Perón. Con mucho esfuerzo pronunció un sentido discurso. Al terminar, cayó en brazos de Perón. El 7 de mayo cumplió años y recibió el título de Jefa Espiritual de la Nación.
El 4 de junio Perón asumió por segunda vez la presidencia. Con una masiva dosis de calmantes, Evita concurrió al acto de asunción. En la noche del 26 de julio murió. Luego del aviso por cadena nacional, un gran silencio comenzó a cancelar todas las actividades del país. La CGT decretó un duelo de 72 horas y en las plazas de todos los barrios porteños se erigieron pequeños altares con la imagen de Eva y un crespón negro. El 27 su cuerpo se trasladó al Ministerio de Trabajo y Previsión. El multitudinario velatorio se prolongó hasta el 9 de agosto. La cola era de aproximadamente 35 cuadras.
El 9 de agosto, los restos fueron trasladados al Congreso Nacional para rendirle los correspondientes honores. Al día siguiente, la mayor procesión nunca vista en Argentina, con 2 millones de personas a lo largo de Rivadavia, Avenida de Mayo, Hipólito Irigoyen y Paseo Colón. Esa tarde seis empleados de una empresa fúnebre introdujeron el ataúd en el segundo piso de la CGT, donde el Doctor Pedro Ara lo recibió para efectuar el embalsamamiento, que duraría hasta 1955.
La historia de su cadáver es una epopeya, plagada de mitos y leyendas, que merece un desarrollo aparte. Recién el 11 de noviembre de 1974 los restos de Eva Perón volvió a la Argentina y en 1976 fue llevado al Cementerio de la Recoleta, donde hoy puede visitarse.
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ARTE ARGENTINO - LAUTARO DORES
domingo, 3 de junio de 2012
RODOLFO GARCIA, PROGRAMADOR DE LA PERLA ROCK - Revista Tu-Pak en la Perla del Once con Javier Martínez
Cuando La Perla reabrió sus puertas al rock, Javier Martínez –personaje principal de su mística– sacó de la galera un término para acompañar la gesta: bostalgia, un neologismo que, en el planeta del ex Manal, traduce como bosta a la nostalgia. “Por eso volví, por eso me anoté, porque no es una cosa para decadentes con el alma muerta, que miran para atrás... los ojos no están en la nuca, están adelante”, sentenció, en medio de la reinauguración. Lo rodeaban otros músicos: Alejandro Medina, Miguel Cantilo y Alejandro del Prado, entre ellos, mientras Ricardo Soulé y Willy Quiroga sorprendían con una reunión espontánea del 70 por ciento del viejo y querido Vox Dei para entrarle a “Libros Sapienciales” y Del Prado recurría a “Los locos de Buenos Aires”, para precisar un nexo entre épocas. Pasó un tiempo y el bar, que supo ser refugio de rebeldes y trasnochados cuando el rock apenas amanecía en Buenos Aires (los ’60, el baño, “La balsa”, la bohemia), cumplió su sino: esta noche volverá a subir Del Prado y, mañana, el eterno Javier... La cosa marchó.
Año y medio después del retorno, Rodolfo García, ex baterista de Almendra y Aquelarre y actual programador de La Perla (ubicado en Rivadavia y Jujuy), está sentado a la mesa más cercana a la barra. Los mozos, camaradería mediante, limpian el lugar y él toma cerveza con queso y papas fritas. Había tocado la batería junto a María Rosa Yorio en una noche fría, con algunas sillas vacías entre las 150, y le da por hacer un balance que, estratégico, descarta también la idea de bostalgia: “La idea inicial había sido arrancar paso a paso, pero el primer día fue un éxito total. Cuando hicimos la prueba de sonido, ya estaban todas las reservas hechas y así seguimos, hasta que nos sorprendió un parate: tuvimos el local clausurado por un problema burocrático y eso nos quitó un poco el impulso”, cuenta el pelilargo sobre aquella jornada de reapertura. La clausura fue piloteada y el bar funciona como bar –a secas– todos los días de la semana, hasta que viernes y sábado de seis de la tarde hacia adelante se reutiliza como marcaba el objetivo inicial: espacio de rock. “El perfil es rockero y arrancamos haciendo base en los músicos históricos, sobre todo en aquellos que eran habitués a mediados de los ’60, pero no estamos circunscriptos a eso: tratamos de que haya una apertura hacia los rockeros de generaciones posteriores”, señala García, sobre el criterio de programación.Así se han cruzado –en este escenario pequeño pero cálido, contenido por una inmensa foto de Luis Alberto Spinetta– Leo García, Gonzalo Aloras y Pablo Dacal con Javier Martínez, Kubero Díaz, Ciro Fogliatta y Litto Ne-bbia. “No queremos limitarnos a una sola generación, pero es cierto que la gente relaciona mucho el tema de lo que significó este lugar como emblema de una época, como punto de reunión, con músicos que en ese momento, la década del ’60, eran habitués: Medina, Zaguri, Nebbia, en fin... no es que el criterio de programación esté atado a eso, pero debemos seguir respetando ese criterio, sobre todo porque no hay otros lugares que les destinen un espacio a los históricos.” García expande la lista y recala en Vox Dei (hoy con Willy Quiroga, Carlos Gardelini y Simón Quiroga), Ricardo Soulé, Alma y Vida y Claudia Puyó. “Me gustaría sumar a otros, pero hay músicos que eligen un lugar en Buenos Aires para que, cada vez que se presenten, sea ahí. No quieren diversificarse y eso es entendible, porque si tenés un público que te sigue a vos, no tiene sentido tocar en diferentes lugares para dirigirte al mismo público. Son estrategias de cada artista, muy respetables, por supuesto.”
García no era habitué de La Perla. Eran épocas de Almendra y paraba en el Parque Bar de Belgrano. Pero lo conoció. “Nada que ver con lo que es ahora. Hoy es un lugar más confortable desde todo punto de vista. En aquel momento era el típico bar de barrio que estaba abierto las 24 horas. Ese tipo de sitio al que ibas cuando salías de una fiesta y no te querías ir a dormir. Era para intentar seguir la noche con poetas, músicos, escritores, cineastas o estudiantes universitarios que tomaban un café tras otro. Así era, porque en aquella época, contra lo que cuentan algunas leyendas, no era normal que se tocara acá. De hecho, ‘La balsa’ se compuso en el baño ¿no...? Eso habla de que no era tan aceptable tocar la guitarra en una mesa. Hoy sí”, se ríe. La Perla Rock también destina los domingos a un concurso para bandas nuevas. Tocan tres por domingo con entrada libre y gratuita, bajo la escucha de un jurado integrado por Daniel Amiano, Machi Rufino, Roy Quiroga y el mismo García como coordinador. “Se elige un ganador por mes y entre ellos van a competir en noviembre. El que salga elegido tendrá como premio la grabación de un disco en Melopea. También vamos a hacer un compilado con los ganadores de cada mes bajo el nombre de La Perla Rock 2012”, informa el baterista.
La nueva Perla lleva ya dos mojones importantes en su breve devenir resignificado. Dos homenajes. Uno a Litto Nebbia, que socorrió a Tanguito cuando éste esbozaba los primeros versos del tema emblema del rock argentino, con el propio homenajeado cantando gemas como “Sueña y corre” o “Vamos negro”, además de “La Balsa”, con Moris. Y otro a Spine-
tta, poco después de su desaparición física. Fue una juntada de amigos que García imaginó sin fines de lucro, y a beneficio de la Casa Garrahan. “Un día lo publiqué en el Facebook y a la mañana siguiente estaban todas las entradas agotadas”, evoca. Tocaron sin cobrar, y a dos funciones completas, el Mono Fontana, Litto Nebbia, Emilio Del Guercio, el trío Epumer-Judurcha-Rufino y Franco Luciani. “Fue algo muy emotivo”, dispara García y no puede esquivar el recuerdo del viejo compañero de Almendra. “Estoy tocando poco y sin un proyecto estable... el último que tuve fue precisamente con el Flaco y Daniel Ferrón. Estuvimos tocando durante dos años, un día fijo por semana. Nos juntábamos en una salita de ensayo que tengo en casa, después pasamos a su estudio y estábamos tocando un material nuevo recontra interesante. No descarto la posibilidad de editarlo. Son siete temas que habíamos grabado con la idea de seguir y, tal vez, sacar un disco”, destapa García, para sorpresa de sus allegados. Cuarenta años después, La Perla sigue generando ocurrencias.
La Perla del Once con Claudio Orellano
El Sabado 2 de junio en La Perla del Once se presento Emilio Villanueva con Sr. Masa.
Una noche de buen Blues y buena musica con amigos, entre ellos se presentaron: Pajarito Zaguri, Emilio Villanueva, entre otros.
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arte visual LauTaRo DoRes
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