sábado, 7 de junio de 2014

Expresionismo Pop. Serie "Fauna Urbana" de Lautaro Dores.




Las imágenes de Lautaro Dores remiten al submundo de la gran ciudad,

donde los códigos de pertenencia delimitan personajes marginales.

En estos personajes, lo trágico de la condición humana deviene grotesco.

Esta parece haber sido la clave del artista para retratarlos.

De allí el recurso de la distorsión expresiva que acentúa sus "Mascaras".

Algún acento de luz anaranjado, bermellón o rosa,

parece destacar la desesperación por vivir que agita esos rostros,

la inútil salvaguardia contra el aburrimiento,

el miedo al vació, la soledad que acecha.

 
Rodolfo Martinez

La obra de Lautaro es singular y muy especialmente con el eterno tema de la mujer. La presenta tal cual es y está en la sociedad con los recursos técnicos de la actualidad y sobre todo, desde su particular estro.
Irma Del Carmen Aguado


La calidad de las relaciones sociales en las grandes ciudades de América Latina: viejos y nuevos determinantes

Rubén Kaztman



El documento busca hacer un aporte a la discusión sobre la naturaleza y los determinantes de la
fragmentación del tejido social en las ciudades latinoamericanas. Para ello propone analizar las
diferencias en la calidad de las relaciones sociales en las grandes ciudades tomando en cuenta las
características de sus matrices socioculturales nacionales y sus niveles de desigualdad económica,
de segmentación en los servicios básicos, y de segregación espacial. Intenta mostrar que si bien
estos tres factores están estrechamente relacionados entre sí, cada uno de ellos aporta ingredientes
distintos a nuestra comprensión, tanto de la calidad de las relaciones sociales en las ciudades,
como de las oportunidades que se les presentan a sus residentes para participar en ámbitos que
hacen posible el aprendizaje de la convivencia en la desigualdad.

 
 Tejido social, servicios básicos, segregación espacial, relaciones sociales, participación


El viejo problema de la integración social ha vuelto en los últimos años al centro de atención de las ciencias sociales en América Latina. Parte de esa centralidad puede ser efecto de las reverberaciones locales de la preocupación europea por la cohesión social y la prioridad que se le asigna en las agendas políticas del viejo continente. Pero, sin dejar de lado esa posibilidad, no hay duda de que la multiplicidad de signos de fragmentación de los tejidos sociales, que emergen principalmente en las grandes ciudades en América Latina, alimenta una inquietud creciente por el futuro de la región. Ahora bien, ¿cuáles son esos signos?

 
 La lección de Rodolfo Kusch en esta obra conjuga una incitación filosófica y un gesto vital. Su invitación a pensar a América desde su propio entorno, lejos de construir una presunción localista, significa una reivindicación del pensar mismo concebido como acto genuino y universalizante.

 
 Los pensadores "posmodernos" desmontan algunas de las premisas básicas de lamodernidad... pero en general sólo para darle otra vuelta de tuerca.


Los izquierdistas actualizan sus revisiones y críticas del pasado, unas veces para cambiarde bando y acomodarse a las nuevas circunstancias y otras para retomar viejos idealescomo si nada hubiese ocurrido, pero sin generar propuestas que definan una auténticaalternativa.


Los actores "neoliberales" simplifican las doctrinas para defender propuestas que paramuchos no son nuevas ni liberales y que tienden a aplicarse en forma mecánica ycontradictoria.


En todas partes cobran creciente visibilidad amplias coaliciones de descontentos, unificadospor su oposición a los vientos dominantes. Revelan con eficacia las consecuencias negativasde las políticas y procesos en curso, pero no han sido capaces de generar consensos sobrepropuestas alternativas.
 
 En estas circunstancias, han cobrado creciente relevancia los movimientos de auto-afirmación de los pueblos indios, cuyo largo periodo de acumulación de fuerzas culminóaparentemente en la última década del siglo XX. La conmemoración de los 500 años, en 1992,que nunca logró formularse con un título legítimo, pareció constituir el pretexto apropiado paraque estos movimientos adquirieran mayor visibilidad. La insurrección zapatista, en 1994, tuvorepercusiones y ecos en muy diversos ámbitos de la región. Movimientos sociales y políticos degran envergadura, como los de Bolivia, Ecuador y Perú, dieron pruebas de inmensa vitalidad. Alo largo de todo el continente, en Centroamérica, Colombia y Venezuela, lo mismo que en Chile yBrasil o Canadá y Estados Unidos, las reivindicaciones indias se insertaron en lugar cada vezmás prominente en las agendas políticas nacionales e internacionales.


Todos los estados nacionales del continente americano se definieron, organizaron yconstruyeron a partir del exterminio, la negación y la marginación de los pueblos que existían enlos territorios que quedaron incluidos en los ámbitos de aplicación de su noción de soberaníanacional.


épocas en que quienes entraron formalmente a ser parte de ellos no constituían un pueblo, sinomuchos, y ninguno de ellos poseía un carácter nacional: ninguno abarcaba a la totalidad de loshabitantes del territorio comprendido en el ámbito de las nuevas soberanías nacionales. Lanacionalidad que se forjó desde los estados que así se constituyeron, a fin de darles sentido ylegitimidad, apenas tomó en cuenta las realidades, condiciones y aspiraciones de esos pueblos.En muchos casos sus historias fueron empleadas para legitimar la constitución de los nuevosestados ante las potencias coloniales, pero en general, una vez que cumplieron esa función, seles confinó rápidamente al pasado remoto.


La resistencia de los pueblos indios a los poderes coloniales, primero, y luego a losestados nacionales que los sustituyeron, fue motivo continuo de tensión y conflicto. Los pactos otratados que en muchos casos se concertaron con ellos, que suponían implícita o explícitamenteel reconocimiento de su existencia autónoma, fueron desconocidos en la ley, la práctica o ambastan pronto como los estados nacionales adquirieron suficiente fuerza para hacerlo. En general,cuando no se empleó la represión, a menudo de carácter genocida, se adoptó una política deincorincorincorincorincorporporporporporaciónaciónaciónaciónación
 
a los respectivos estados nacionales, conforme a los supuestos de suscorrespondientes constituciones, que les negaban su existencia como pueblos y los derechosinherentes a esa condición y en el mejor de los casos reconocían, a los individuos de esospueblos, ciertas características especiales que requerían un tratamiento especial en la ley o enla práctica institucional. Esta política se expresó con toda claridad en el Primer Congreso IndigenistaInteramericano, celebrado en 1940 en Pátzcuaro, México, que proclamó la necesidad de unapolítica indigenista orientada a consolidar la integración nacional de los países latinoamericanosmediante empeños tendientes a sacar de su "atraso secular" a las comunidades indias, mediantesu plena incorporación a la vida económica, cultural y política de las sociedades nacionales quelas habían marginalizado.

En este proceso, muchos pueblos indios desaparecieron y una parte significativa dequienes pertenecían a los que lograron subsistir se incorporaron a las sociedades nacionales,voluntariamente o a fuerzas, abandonando su condición cultural india y convirtiéndose enciudadanos de las mismas bajo condiciones a menudo discriminatorias. La mayoría de los pueblosindios se fragmentaron y dispersaron en sus comunidades. Dentro de ellas, empero, siguiómanifestándose una cultura propia, hasta en los casos muy frecuentes en que se disolvió todaforma de unidad orgánica de los pueblos respectivos e incluso cuando dejó de haber relación ointeracción entre quienes ejercían una misma cultura en comunidades dispersas y aisladas entresí. Estas formas autónomas de existencia siguieron estando continuamente expuestas a la influenciade la cultura dominante en las sociedades nacionales, caracterizadas por formas y normas deexclusión de los pueblos indios que parecen inherentes a todos los estados nacionales delcontinente, tanto por sus diseños y concepciones como por sus prácticas.


Dirigentes e intelectuales indios expresaron continuamente, en sus palabras y en susactos, su resistencia a esos procesos de incorporación y su reivindicación de formas autónomasde existencia.


 A partir de la década de 1970, las movilizaciones y encuentros de los pueblos indiosempezaron a nutrir definiciones políticas cada vez más claras, que tenían en común la reivindicaciónde la existencia misma de los pueblos y comunidades indígenas y del ejercicio de su autonomía,aunque diferían en su sentido y consecuencias. Estas iniciativas empezaron a reflejarse en elaparato legal e institucional de algunos estados nacionales y del sistema de Naciones Unidas,creándose instrumentos que los movimientos indios pusieron de inmediato a prueba, a pesar desus limitaciones, para seguir impulsando sus reivindicaciones. Tales instrumentos se configuraronhabitualmente en términos de los derechos humanos, lo que abrió controversias sobre su validezy pertinencia al caso, aunque muchos pueblos indios han estado empleando para su defensa lalegislación existente al respecto


En el marco de debates nacionales e internacionales cada vez más intensos sobre lacuestión, en la década de 1980 aparecieron en diversos países de América Latina propuestasalimentadas por los movimientos indios que ofrecían un nuevo acotamiento de la cuestión. Seconsidera que las de México y Perú son particularmente relevantes para la indagación que aquí se plantea, aunque muchas otras expresan el mismo proceso.


Lo indio: la persistencia de la civilización mesoamericana que encarna hoy en pueblosdefinidos (los llamados comúnmente grupos indígenas), pero que se expresa también,de diversas maneras, en otros ámbitos mayoritarios de la sociedad nacional que forman, junto con aquellos, lo que aquí llamo el México profundo. (
México profundo: una civilización negada 
, México: SEP/CIESAS, 1987, 9).

Pop Art o Arte Pop. Serie "Pintura fresca" de Lautaro Dores.

Pintura Fresca es una serie en la mixture arte pop con expresionismo figurativo, dando este resultado, espero lo disfruten. 


El Arte Pop fue un movimiento que surge a finales de la década de 1950 en Inglaterra y Estados Unidos como reacción artística ante el Expresionismo Abstracto, al que consideraban vacío y elitista. Se caracteriza por el empleo de imágenes y temas tomados de la sociedad de consumo y de la comunicación de masas y los aplican al arte.
El Arte Pop utiliza imágenes conocidas con un sentido diferente para lograr una postura estética o alcanzar una postura crítica de la sociedad de consumo. Como su propio nombre indica "Arte Popular", toma del pueblo los intereses y la temática.
El Pop es el resultado de un estilo de vida, la manifestación plástica de una cultura caracterizada por la tecnología, la democracia, la moda y el consumo, donde los objetos dejan de ser únicos para producirse en serie. Se sirve de los objetos industriales, de los carteles, de los artículos de consumo comercial. Describía lo que hasta entonces había sido considerado indigno para el arte: la publicidad, las ilustraciones de revistas, los muebles de serie, los vestidos, las latas de conservas, los "hot-dogs", botellas de coca-cola, etc. Esto se lleva al arte, surgiendo un estilo desnudo y mecanizado, de series reproducidas que enlaza directamente con el mundo de la publicidad.


El tamaño de las obras será cada vez más espectacular, se amplían los motivos y pasan a primer plano o se multiplican a lo largo de la superficie pictórica. La expresividad queda desplazada a un segundo plano, siendo un estilo impersonal que retrata su contemporaneidad con sutil conformismo.
El Arte Pop fue apreciado y aprobado por el público gracias a sus formas fáciles y divertidas y a sus contenidos, que podían ser captados sin dificultad. Al espectador le gustaba reconocer objetos corrientes en los cuadros porque así se ahorraban el esfuerzo que representaba la interpretación de las obras del expresionismo abstracto, pero no comprendieron su carga de ironía y de ambigüedad.


Lichtenstein decía:
Nosotros pensamos que la generación anterior intentaba alcanzar su subconsciente, mientras que los artistas pop intentamos distanciarnos de nuestra obra. Yo deseo que mi obra tenga un aire programado e impersonal, pero no creo ser impersonal mientras la realizo.


El Ate Pop (Pop Art) eleva los objetos de la vida diaria moderna a obras de arte y, con la frialdad del distanciamiento, pone su mirada en la atracción estética de los vulgares artículos de consumo.
Los orígenes del arte pop se encuentran en el dadaísmo, en la poca importancia puesta en el objeto de arte final y en el uso del collage y del fotomontaje.


España recibió igualmente las influencias pop, aunque no se puede hablar de que hubiera un movimiento unitario. Adquirió un mayor peso la temática erótica y el tono político, teniendo como marco de referencia la represión que sufría el país.
Algunos de los principales artistas son Eduardo Arroyo, Canogar, Juana francés, Darío Villalba y Ángel Orcajo, con su fascinación por las nuevas autopistas españolas que refleja en su serie de Autopistas.


Destaca el Equipo Crónica formado en Valencia en 1963 por Rafael Solbes, Manolo Valdés y Juan Antonio Toledo.
Las primeras obras revelan una notable influencia del Pop estadounidense, sobre todo por la utilización de imágenes procedentes de los medios de comunicación y la utilización de tintas planas.

Una de las imágenes más emblemáticas fue la del ratón Mickey repetida en una larga serie de viñeta interrumpida. ¡América, América!.

Incorporan también imágenes muy conocidas para sociedad española como el periódico Marca o los cigarrillos Ideales. En la serie La recuperación integraron figuras de la pintura española del Siglo de Oro en un medio cotidiano actual como el de una olla express o el de la informática.
 

Palacio del Congreso de la Nación Argentina - serie "Democracia Cero" de Lautaro Dores

 
El Palacio del Congreso de la Nación Argentina es el edificio donde desarrolla sus actividades el Congreso de la Nación de la República Argentina. Se encuentra ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, en la manzana limitada por la Avenida Rivadavia, Combate de Los Pozos, Avenida Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, con una superficie de manzana de 12.079,60 m2.
 

Bajo la presidencia del General Julio Argentino Roca, tuvo entrada un proyecto de ley que fijaba como futuro emplazamiento del Congreso lo terrenos limitados por las calles Charcas, Paraguay, Rodríguez Peña y Riobamaba. En 1889 por iniciativa del entonces Intendente Municipal Torcuato de Alvear, el Presidente Juárez Celman envía al congreso un nuevo proyecto de ley con un nuevo emplazamiento para la construcción del Palacio Legislativo proponiendo como lugar para llevar a cabo las obras la manzana comprendida por la calles Entre Rios, Combate de los Pozos, Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y Rivadavia; lugar del actual emplazamiento.
La Ley 3.187 sancionada el 20 de noviembre de 1894 autorizó al Poder Ejecutivo a construir el Palacio, invirtiendo la cantidad de seis millones de pesos moneda nacional. El 20 de febrero del año siguiente, se decretó el llamado a Concurso Internacional, y se fijó el 12 de octubre de 1895 como fecha para la presentación de los proyectos.
Concurrieron a este concurso 28 arquitectos, tanto argentinos como extranjeros, algunos de los cuales residían permanentemente en nuestro país. Entre otros, presentaron proyectos los franceses Lefebre, Tronchet y Rey, Paul Henry Nenot quien se asoció con Carlos Morra; los italianos Sommaruga y Calderini, este ultimo director de las obras del Palacio de Justicia de Roma; el austríaco Turner; el uruguayo Vaeza Ocampo junto con Alfred Massue; los argentinos Avenatti, Emilio Agrelo, César González Segura, asociado con Emilio Mitre y el francés Gustavo Duparc; Bernardo Meyer Pellegrini, asociado con el alemán Servatius; Alejandro Christophersen, noruego, y Víctor Meano, también italiano, estos dos últimos radicados definitivamente en Buenos Aires.
El 8 de enero de 1896 la obra fue adjudicada al Italiano Víctor Meano (antiguo empleado de la oficina del ya fallecido Francisco Tamburini), siendo el contrato aprobado el 31 de julio de ese año. En el jurado figuraban el senador Igarzábal, el diputado Doncel, el ex intendente Alcobendas, el ex presidente de la Nación Carlos Pellegrini y como asesor, el arquitecto Jacques Dunant. Este ultimo, un profesional de mérito y destacada actuación quien, años mas tarde reconocería que sus consejos y opiniones no influyeron mayormente en las decisiones del jurado.
El proyecto de Meano se inscribe absolutamente en la arquitectónica que reconoce como fundamento a tres ideas centrales: El academicismo, el eclecticismo y el clasicismo. Esta condición tripartita lo confirma como una obra de arquitectura típica, característica y paradigmática de la época de su creación.
Como fondo magnifico de la avenida de mayo se yergue el soberbio Palacio del Congreso de nobilísimo estilo greco romano, de proporciones perfectas, ofreciendo un aspecto de magnificencia severa y elegante.
Otro de los aciertos de Meano fue la elección del perfil de la cúpula que formando parte de este edificio monumental es como su culminación, su elemento cumbre, la cima, y tiene un evidentísimo valor simbólico.
Se realizó una licitación el 31 de julio de 1897, y la obra fue adjudicada a la empresa constructora Pablo Besana y Cía. por 5.776.745 pesos moneda nacional.
En 1898 comienzan las obras que dirigidas por el propio Arquitecto Victor Meano, quien en base a sus conocimientos convoca a la firma de Pablo Besana e Hijos en calidad de empresa constructora dando inicio a la obra al año siguiente, y hasta su inauguración el 12 de mayo de 1906 fueron contratados mil operarios.
Si bien fue inaugurado en 1906, las obras fueron finalizadas recién en 1946 con el revestimiento de piedra del exterior del edificio que restaba completar, siendo completado casi 50 años después de su planificación. El presupuesto para su construcción pasó de los casi 6 millones de pesos moneda nacional en 1897, a superar los 31,4 millones en 1914, por esta razón fue bautizado por algunos periodistas como el Palacio de Oro, por la velocidad en que se gastaban las partidas presupuestarias. El 1 de julio de 1904 fue asesinado Víctor Meano, por lo que la finalización de la obra quedó a cargo del arquitecto belga Julio Dormal, quien respetó el proyecto original.



En 1906 los legisladores decidieron que el inminente período legislativo debía iniciarse en el nuevo palacio. Así fue como el 12 de Mayo de ese año quedó inaugurado nuestro majestuoso Palacio Legislativo, entre armazones de hierro y otros elementos de construcción, en un recinto de sesiones todavía sin bancas con la presencia del entonces Presidente de la Nación Don José Figueroa Alcorta.
El Palacio fue inaugurado el 12 de mayo de 1906 para la apertura del 45º Período Legislativo, iniciado por el entonces Presidente José Figueroa Alcorta.
Como una consecuencia de la construcción del Palacio del Congreso, surge la necesidad de dotarlo de una plaza que realce su belleza arquitectónica.
El Senado en su sesión del 9 de mayo de 1899, da entrada a un proyecto de ley del senador Miguel Cané, quien en sus fundamentos propone la creación de una plaza publica en terrenos expropiados que se denominará "Plaza del Congreso" y el mismo es aprobado en general y en particular quedando sancionado y convertido en la ley número 4.869 en la sesión del 30 de septiembre de 1905.

 ARQUITECTURA

El estilo de la obra es un estilo grecorromano, dentro del academicismo italiano de Víctor Meano. El edificio se distingue por su cúpula, que alcanza los 80 metros de altura. La construcción de esta cúpula significó la construcción de una gran obra de ingeniería, que debía soportar las 30 mil toneladas de la superestructura de la cúpula central. El casquete es una estructura reticulada de acero y los 4 pilares bajo el tambor tienen 300 m2 de sección de piedra granítica. Las alturas de las fachadas son de 27,50 m sobre Hipólito Yrigoyen y 23,60 m sobre Entre Ríos, Rivadavia y Pozos. Las diferentes plantas del edificio tienen las siguientes características:

Subsuelo 4,50m de altura, 4210m2 de superficie
Planta Baja 6,20m de altura, 8200m2 de superficie
Primer Piso 6,60m de altura, 7900m2 de superficie
Segundo Piso 6,00m de altura, 7700m2 de superficie
Tercer Piso 4,80m de altura, 6800m2 de superficie
Cuarto Piso 3,90m de altura, 4400m2 de superficie

La entrada principal, llamada Entrada de Honor, está ubicada en la Avenida Entre Ríos. La entrada está ubicada en un atrio central, decorado con seis columnas estilo corintio que soportan un frontón triangular, y la puerta está custodiada por dos cariátides de mármol. El acceso de los Diputados Nacionales está ubicado en sobre la calle Rivadavia y el acceso para los Senadores se encuentra en sobre la calle H. Yrigoyen. Detrás del enrejado del frente que está ubicado sobre la calle Pozos están ubicadas dos puertas más, a cada lado del cuerpo saliente con forma de hemiciclo de la fachada. Estas puertas son de herrería artística, flanqueadas por cariátides de bronce. En un principio a los costados de la escalinata de la entrada principal se encontraban dos grupos de esculturas de la artista Lola Mora, que simbolizaban la Libertad, el Progreso, la Paz y la Justicia, pero las figuras desnudas fueron criticadas y retiradas en 1916. En la escalinata hay actualmente sólo cuatro leones alados, que sirven de base para cuatro faroles artísticos con tulipas de opalina talladas. El frontón triangular tiene una cubierta a dos aguas, que a los costados en su parte inferior tiene esculturas de leones alados, y en su parte superior hay una escultura de piedra con el escudo nacional. Detrás del frontón hay una plataforma ornamentada, de igual ancho que el frontón y con un lado de 15 metros. Sobre esta plataforma se encuentra la Cuádriga, una obra de bronce con 8 metros de altura y 20 toneladas de peso, realizada por el escultor Víctor de Pol. El carro es tirado por 4 caballos, simbolizando la República triunfante, y es conducida por la Victoria alada. La cúpula tiene una cubierta de cobre, pero el paso del tiempo y la humedad son los que le dan el color verdoso. La cúpula termina en una corona decorada con figuras quiméricas, a 80 metros de altura, de las que brota un pararrayos.


En 1909 la llegada al Congreso, se daba por un paseo que seguía la traza de la Avenida de Mayo, dividiendo la Plaza Lorea en 2 sectores y desde Cevallos- Montevideo y Entre Ríos- Callao con canteros geométricos a cada lado, como se ve en la panorámica, de la construcción de las Plazas del Congreso, cuando aún no se habían retirado, las columnas de alumbrado de la traza inicial, de la Av de Mayo.

Onas o Selk'nam serie de Lautaro Dores

Vivían en las costas de Tierra del Fuego y también se desplazaban hacia el interior de la isla.
Eran hábiles cazadores de guanacos y otros animales terrestres. Utilizaban arcos y flechas.
Fabricaban mantas y zapatos con las pieles, material que también fue utilizado en la construcción de viviendas.
Se organizaban en clanes.
 
 

 Organización social :Este grupo estaba constituido por pequeñas comunidades, de una veintena de individuos, que comprendían dos o más familias. No se conocían jefes o caciques. En las ceremonias religiosas los ancianos de la tribu desempeñaban un papel principal, y la parte del ritual estaba en manos de los médicos-hechiceros . Eran generalmente monógamos, aunque había empezado a difundirse la poligamia. Era práctica común el casamiento con dos o mas hermanas, o con una viuda y su hija. También se aplicaba el levirato, es decir, la costumbre de heredar la viuda del hermano.

 Religión: Creían en Hashe, el espíritu maléfico encarnado en el árbol seco y otros espíritus malignos. También existían espíritus benignos que curaban las heridas. Los muertos eran envueltos en su propio manto de pieles y enterrados en un hoyo superficial, quemándose su casa y trasladándose.
 


Los Onas habitaban el interior de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Su aspecto físico es el resultado del mestizaje entre Pámpidos, de alta estatura y constitución robusta y Fuéguidos, bajos y de estructura ósea delicada, dominando el primer tipo físico. Se distribuyeron por el territorio en tres subgrupos: -El Norte del Río Grande (Río Hurr) zona de praderas y pastizales. -El Sur del Río Grande zona de bosques y montañas. -El extremo Sudoeste de la Isla, zona de praderas, arbustos y bosques, los Haush, que mantenían contacto con los Yámanas y compartían costumbres.
 Este grupo estaba constituido por pequeñas comunidades, de unos veinte individuos, formadas por dos o más familias. En las ceremonias religiosas los ancianos de la tribu tenían un papel principal, y la parte del ritual estaba en manos de los médicos-hechiceros. Eran generalmente monógamos, pero había empezado a difundirse la poligamia. Era una práctica común el casamiento con dos o más hermanas, o con una viuda y su hija, muchas veces ocurría que la primera esposa buscaba una segunda para su marido: así podían compartir la carga durante las continuas mudanzas. También se aplicaba el levirato, es decir, la costumbre de heredar la viuda del hermano.


El último hombre Ona puro en Tierra del Fuego, Esteban Yshton, murió en 1969. Otras Onas puras fallecidas recientemente son Lola Kispja, en 1966 (la ultima que vivió como sus antepasados), y Ángela Luij, quien murió en abril de 1974. Existen varios Onas mestizos en la isla de la Patagonia.

Unas palabras Onas


Sol : Kré / kran
Luna : Kréen / krä
Noche : Kauk'n
Día : Kerren
Hombre : C'ón / Chohn
Mujer : Naa / Nah Uno : Sós
Dos : Sôki
Tres : Sauki
Cuatro : Koni-sôki

Cinco : Kismarey

                                                   Onas o Selk'nam - Tierra del Fuego

 
El país de los selk'nam en la Isla de Tierra del Fuego se extendía desde la cordillera fueguina hacia el Norte. Allí el relieve es llano o suavemente ondulado y está cruzado por abundantes cursos de agua. A medida que se avanza hacia el Norte se cruza primero una pradera con árboles espaciados, luego un ámbito estepario de pastizales. Ambos paisajes son fácilmente transitables y constituían el hábitat natural de gran cantidad de guanacos.
No solamente la alimentación, sino toda la forma de vida de los selk'nam estaba organizada en torno a las cacerías de estos animales. De ellos obtenían lo principal del sustento, la vestimenta y el reparo habitacional, como así también huesos, tendones y otros elementos de valor para su tecnología. En contraposición a sus vecinos del Sur y del Oeste, que eran canoeros nómades del mar cuya vida dependía en lo fundamental de los recursos marinos, es importante señalar que los selk'nam no se habían adaptado a la vida marítima. No navegaban y, según la imagen etnográfica, el aprovechamiento de los recursos marinos era complementario del de los terrestres.


Estos habitantes de la porción Norte de Tierra del Fuego, entre el Estrecho de Magallanes y las estribaciones septentrionales de la cordillera fueguina, se llamaban a sí mismos selk'nam. En el extremo Sud-Oriental de la Isla, los pobladores de la actual Península Mitre se autodenominaban haush. Unos y otros fueron conocidos por onas, denominación con que los designaron los yámanas, sus vecinos del Sur. Es correcto usar los términos primeramente indicados.
Dentro de los selk'nam es posible marcar una subdivisión: los parika entre el Estrecho de Magallanes y el Río Grande, y los hershka entre este río y las montañas meridionales. Había entre ellos algunas diferencias dialectales y de forma de vida, pero estos límites estaban desdibujados por otra cantidad de características comunes e interrelación.

 Los selk'nam se caracterizaban por el riguroso autocontrol de su comportamiento y su reserva; no había efusividad en los saludos y era de mala educación exteriorizar emociones. No solían demostrar dolor, asombro, sorpresa ni agradecimiento para atenciones o por obsequios. Tampoco podían manifestar hambre: aún cuando lo tuvieran, no debían consumir el alimento hasta transcurrido un rato de obtenido y al recibir la comida se esperaba que la tomaran con indiferencia. Resistían calladamente el frío, la fatiga, el hambre y la sed. Demostrar dolor o aflicción era signo de debilidad. No obstante esta estoica contención, eran irritables y sus reacciones solían ser violentas. Salvo la no demostración de agradecimiento (que causó malentendidos varios) y la irritabilidad, el comportamiento general fue evaluado positivamente por europeos y criollos que tuvieron trato amistoso con ellos. En cuanto a la laboriosidad, no estaban habituados a trabajos constantes y prolongados.


El lenguaje de los selk'nam era áspero, con muchos sonidos oclusivos y guturales; en este sentido era similar al de los tehuelches de Patagonia continental. Para oídos no acostumbrados, una conversación amistosa sonaba como un violento altercado. Desafortunadamente, los vocabularios que se registraron de esta lengua cubren sólo una parte mínima de su idioma. Aún así parece haber habido pocas palabras abstractas. Hoy no existen quienes hablen y practiquen el selk'nam como lengua madre; es una fortuna que la Dra. Anne Chapman alcanzara a efectuar grabaciones de voces y cantos que pueden permitir una mejor apreciación de esa lengua.


Nadie, salvo niños, ancianos y enfermos, estaba exento de las labores de subsistencia; por el contrario, la participación en tareas colectivas o interfamiliares era voluntaria. Los varones se encargaban de la caza, la pesca en ríos con redes pequeñas, la confección de armas y la atención de los perros; las mujeres, de recolectar huevos, mariscos y vegetales, de conseguir peces (con arpones pequeños) cuando quedaban entrampados en las restingas liberadas por las amplias mareas atlánticas, y de cocinar. Lo obtenido era compartido con familiares y vecinos. No se conservaban alimentos, salvo pequeñas cantidades de grasa de pinnípedo o ballena y de hongos desecados. Las provisiones eran asadas junto al fuego o colocadas sobre brasas, pero no se acostumbraba a cocerlos mucho.
Siendo grupos nómades, sus viviendas eran de uso temporario y poco elaboradas. Las tenían de dos clases: la más común, en especial en el Norte, era el paravientos, formado por postes de madera de aproximadamente 1,5 m. de altura rematados en horquetas y por cantidad de cueros de guanaco cosidos entre sí que se colgaban de esos extremos y se sujetaban contra el piso con piedras o arena. El resultado era una pared que cubría dos tercios o tres cuartas partes de un óvalo. Podía ocurrir que otros cueros fueran colocados a manera de techo precario. Estas construcciones servían más para proteger el fuego de las ráfagas de viento que a los seres humanos de la intemperie. Cuando se debía reanudar camino, el paravientos era desarmado y reducido a paquetes en forma de cigarro, que eran transportados por las mujeres en su espalda.


La otra clase de viviendas era común hacia el Sur del territorio selk'nam, donde la proximidad a los bosques permitía una mayor disponibilidad de madera. Allí se levantaban chozas cónicas de troncos, con planta circular de 3 m. a 4,5 m. de diámetro. Como entrada se dejaba una abertura que era cubierta con un cuero a modo de cortina. Aunque de construcción rápida, estas viviendas no eran transportables, ni eran destruidas una vez terminado su uso. Quedaban erguidas a la espera de una posterior reocupación.
Para levantar estas moradas se prefería buscar el reparo al viento y la leña que pudieran proporcionar arbustos o árboles, pero además se quería tener capacidad de oteo de la caza. Esa combinación hacía que frecuentemente las viviendas fuesen instaladas en los lindes de bosques.
Salvo en el caso de estar desarrollándose un "hain", nunca se levantaban chozas cerca una de otra, con el fin de conservar la independencia de sus ocupantes.
En el interior de los paravientos y de las chozas cónicas se encendía fuego. Este era prendido por percusión de pirita contra una roca silícea; como yesca se utilizaban musgos u hongos secos de una clase que crece en el suelo. El consumo de leña era alto y todos (varones, mujeres y niños) ayudaban en juntarla y transportarla hasta el campamento.

 
 La base de la alimentación de los selk'nam era la carne del guanaco, la que es de buena calidad pero tiene poca grasa. En cambio, los huesos de sus extremidades contienen abundante médula de buen valor alimenticio. Se ha calculado que un animal grande permitía alimentar una familia de seis personas durante cuatro o cinco días. A estos grandes mamíferos los cazaban con arcos y flechas y, por lo menos en períodos recientes, con la asistencia de perros. En casi todo el territorio ocupado se podía encontrar guanacos en tropillas o como individuos aislados. Su búsqueda y captura determinaba la dirección de los frecuentes desplazamientos humanos, pero se debe recordar que los guanacos tienen comportamiento territorial y sus desplazamientos en general no superan los 20 Km. La costumbre que tienen de transitar siempre por los mismos senderos facilitaba rastrearlos, acecharlos y capturarlos, especialmente en invierno. Los cazadores los perseguían durante todo el año, actuando tanto aisladamente como en forma colectiva.

 
Según diversas fuentes escritas, en la porción Norte de la Isla Grande los indígenas comían muchos cururos que capturaban a hondazos o hundiéndoles las cuevas. Sin embargo, este dato no tiene correlato arqueológico; siendo esos roedores de tamaño pequeño, el valor alimenticio individual era necesariamente poco. Los zorros no eran comidos, sino cazados para obtener sus pieles. Aprovechaban como alimento las aves de tierra adentro y las muchas aves costeras: primordialmente cormoranes, pingüinos y cauquenes. A todas las capturaban a hondazos, o con trampas de lazo; en el caso de los cormoranes, para cazarlos, se descolgaban por los acantilados con ayuda de correas. Aparentemente comían poco pescado, al que obtenían en los charcos costeros donde los peces quedaban retenidos al bajar la marea, o con redes en la desembocadura de los ríos que drenan al Atlántico.
Los selk'nam además recolectaban mejillones, lapas y otros mariscos. Sin embargo, aunque su aporte haya podido ser puntualmente importante, todo indica que en el total de la vida era sólo complementario o secundario. Aprovechaban las oportunidades brindadas por los varamientos de ballenas en las playas; si bien éstos eran sucesos azarosos, les permitían obtener grandes cantidades de carne, grasa y huesos. Según el registro etnográfico, los productos alimenticios de origen vegetal no habrían incidido fuertemente en la dieta.