domingo, 17 de marzo de 2024

La sacerdotisa mazateca María Sabina por Nélida Fernández. Ilustración Lautaro Dores - Arte Argentino La chamana que se dedicó a sanar a otros a través de los hongos y abrió un nuevo mundo a la Ciencia Gracias a la sacerdotisa mazateca María Sabina se iniciaron importantes estudios sobre las sustancias alucinógenas en la micología mexicana y su valor curativo. María Sabina fue una poderosa chamana de Oaxaca que conocía el poder sanador de los hongos alucinógenos. Ella los consumía para poder entrar en una dimensión celestial en la que sus habitantes sagrados le ofrecían la información necesaria para curar a los enfermos. Ella, chamana que se definía como “mujer espíritu”, “mujer estrella”, "mujer del cielo" y muchas otras mujeres más, sanó a muchas personas y desveló al mundo el secreto de los “niños santos” como llamaba a los hongos que crecían en la sierra mazateca. Al ofrecer esta información a las masas, su existencia salió de Huautla de Jiménez, su pueblo, y llegó a oídos de muchas personas que quisieron "viajar" y ver a las divinidades con las que ella se comunicaba. Se cuenta que a su casa de adobe, piso de tierra y techo de zinc, llegaron John Lennon, Bob Dylan, Jim Morrison, Walt Disney y Aldous Huxley, entre otras celebridades. Se hicieron documentales sobre ella y gracias a su trabajo chamánico se iniciaron investigaciones científicas sobre el poder de los hongos. Muchos capitalizaron su conocimiento sin darle a ella nada a cambio.


 La sacerdotisa mazateca María Sabina por Nélida Fernández.

La chamana que se dedicó a sanar a otros a través de los hongos y abrió un nuevo mundo a la Ciencia
Gracias a la sacerdotisa mazateca María Sabina se iniciaron importantes estudios sobre las sustancias alucinógenas en la micología mexicana y su valor curativo.
María Sabina fue una poderosa chamana de Oaxaca que conocía el poder sanador de los hongos alucinógenos. Ella los consumía para poder entrar en una dimensión celestial en la que sus habitantes sagrados le ofrecían la información necesaria para curar a los enfermos.
Ella, chamana que se definía como “mujer espíritu”, “mujer estrella”, "mujer del cielo" y muchas otras mujeres más, sanó a muchas personas y desveló al mundo el secreto de los “niños santos” como llamaba a los hongos que crecían en la sierra mazateca.
Al ofrecer esta información a las masas, su existencia salió de Huautla de Jiménez, su pueblo, y llegó a oídos de muchas personas que quisieron "viajar" y ver a las divinidades con las que ella se comunicaba.
Se cuenta que a su casa de adobe, piso de tierra y techo de zinc, llegaron John Lennon, Bob Dylan, Jim Morrison, Walt Disney y Aldous Huxley, entre otras celebridades. Se hicieron documentales sobre ella y gracias a su trabajo chamánico se iniciaron investigaciones científicas sobre el poder de los hongos. Muchos capitalizaron su conocimiento sin darle a ella nada a cambio.

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